Estimados Amigos y Hermanos:
Continuamos con los comentarios diarios que hacemos de los versículos de la Toráh.
Antes de seguir con los versos 6 y 7, podemos señalar una cosa muy importante respecto a los “días” de la creación:
Los días de la creación culminan con la expresión: “Vio Elohim que era bueno” excepto el segundo día, pues la creación de las aguas – que comenzara entonces – culmino recién al tercer día. Y por eso, en el tercer día, dos veces señala el versículo: “Vio Elohim que era bueno” una por el acto creativo de segundo día y otra por el acto creativo del tercer día.
En Bereshit 1 verso 6 leemos:
“Dijo Elohim: “Que se solidifique (literal “que haya”) el firmamento (la-atmosfera) en medio de las aguas, que separe las aguas (superiores) de las aguas (inferiores)”
El cielo – al igual que todas las coas – ya fue creado en el primer día (La tierra estaba caótica y desordenada), ahora solo le faltaba solidificarse.
En Bereshit 1 versos 7 y 8 leemos:
“Hizo Elohim el firmamento y separo las aguas que estaban debajo del firmamento de las aguas que estaban por sobre el firmamento, y fue así. Elohim llamo el firmamento “cielos”. Fue el anochecer y fue la mañana (fin del) segundo día”
“Cielo” en hebreo es “shamaim” contracción de las voces “esh” (fuego) y “maim” (agua), significando que el cielo está compuesto de la antítesis de ambos elementos.
La unión de los opuestos es de un gran poder, de tal relevancia que puede dar lugar a la creación más elevada: “El cielo”. Cuando el ser humano que es “polvo y tierra” vive como si su casa fuera el cielo, (con las normas que provienen de YHWH) entonces su vida toma el real sentido. Así la creación y la composición del cielo nos enseña que a pesar de ser naturalmente contrarios a él, somos creados para acceder a él tratando de armonizar y unir nuestra vida terrenal al Altísimo Creador de todo.
Shalom en el Mesías.
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