"Pero esto sí admito a ti: Yo adoro al Elohim de nuestros padres de acuerdo al Camino que ellos llaman secta. Y continúo creyendo todo lo que está de acuerdo con la Toráh y todo lo que está escrito en los Profetas. Y continúo teniendo una esperanza en Elohim; que ellos también aceptan, que habrá una resurrección tanto de justos como de injustos. En verdad por esto siempre procuro tener conciencia limpia ante el rostro de Elohim y ante los hombres."
(Shaúl/Pablo) Hechos 24:14-16
Dabár Qodesh / La palabra santa de YHWH



martes, 5 de julio de 2011

++ TORA DIARIA ++ : Bereshit (Genesis) 1:6-8



Estimados Amigos y Hermanos:


Continuamos con los comentarios diarios que hacemos de los versículos de la Toráh.


Antes de seguir con los versos 6 y 7, podemos señalar una cosa muy importante respecto a los “días” de la creación:


Los días de la creación culminan con la expresión: “Vio Elohim que era bueno” excepto el segundo día, pues la creación de las aguas – que comenzara entonces – culmino recién al tercer día. Y por eso, en el tercer día, dos veces señala el versículo: “Vio Elohim que era bueno” una por el acto creativo de segundo día y otra por el acto creativo del tercer día.


En Bereshit 1 verso 6 leemos:


“Dijo Elohim: “Que se solidifique (literal “que haya”) el firmamento (la-atmosfera) en medio de las aguas, que separe las aguas (superiores) de las aguas (inferiores)”


El cielo – al igual que todas las coas – ya fue creado en el primer día (La tierra estaba caótica y desordenada), ahora solo le faltaba solidificarse.


En Bereshit 1 versos 7 y 8 leemos:


“Hizo Elohim el firmamento y separo las aguas que estaban debajo del firmamento de las aguas que estaban por sobre el firmamento, y fue así. Elohim llamo el firmamento “cielos”. Fue el anochecer y fue la mañana (fin del) segundo día”


“Cielo” en hebreo es “shamaim” contracción de las voces “esh” (fuego) y “maim” (agua), significando que el cielo está compuesto de la antítesis de ambos elementos.


La unión de los opuestos es de un gran poder, de tal relevancia que puede dar lugar a la creación más elevada: “El cielo”. Cuando el ser humano que es “polvo y tierra” vive como si su casa fuera el cielo, (con las normas que provienen de YHWH) entonces su vida toma el real sentido. Así la creación y la composición del cielo nos enseña que a pesar de ser naturalmente contrarios a él, somos creados para acceder a él tratando de armonizar y unir nuestra vida terrenal al Altísimo Creador de todo.


Shalom en el Mesías.

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