EL MINISTERIO DE SHALIAJ (APOSTOL) SHAUL (PABLO) DE TARSO

Hablar de Shaúl de Tarso, popularmente conocido en el cristianismo como “Pablo”, no es una tarea sencilla, sino que muy compleja, sobre todo cuando sus enseñanzas han sido para muchos “la escusa” de la creación de una nueva religión (El Cristianismo) separada de las enseñanzas Hebreas de las sagradas escrituras. Y aún más, ser objetivos en el análisis de la historia, vida, y enseñanzas del emisario Shaúl es un gran reto cuando de la otra vereda, tenemos a muchas personas, como usted y como yo, regresando a las raíces hebreas de nuestra FE, que piensan de sí mismas: “SOMOS JUDIOS ESPAÑOLES”, “OVEJAS PERDIDAS DE LA CASA DE ISRAEL” “EFRAIMITAS” o bien, gentiles que dicen: “se han convertido en Israel” (incluso biológicamente hablando por obra sobrenatural de Dios) por el solo hecho de haber tenido FE en Yeshua de Nazaret, como el Mesías de Israel. Por lo que plantear una idea que este en armonía con el pensamiento Judío de Shaúl, sin la necesidad de crear una religión distinta, y sin la necesidad de usar sus enseñanzas como el vehículo que tomaríamos para adoptar una identidad física o biológica que no se posee por naturaleza (la Judía), es un gran reto académico. 

Ahora, para pasar a nuestro análisis, no importa mucho quienes creamos en nuestro interior que somos, sino que lo que objetivamente la evidencia Bíblica e Histórica nos diga, respecto la identidad del auditorio de las enseñanzas de Shaúl. Por eso, como siempre usted lo ha hecho, y hoy más que nunca, les pido; léanme con toda calma y sin prejuicios, ni condicionamientos de ningún tipo, como hace un tiempo atrás usted hacía mientras descubría tantas cosas maravillosas de la Fe Hebrea, así también ahora sígame con atención pues también descubrirá verdades sorprendentes que le ayudara a entender, quienes es USTED, y que debe HACER. En una de las cartas escritas por el emisario Shimón Kefa (Pedro), leemos que él enseño a los receptores de su carta, que tuvieran cuidado con interpretar mal las palabras de su hermano y amigo Shaúl de Tarso, para no caer en el lazo de la perdición. El mismo cuidado debemos tener nosotros, para que sus enseñanzas no sean un pretexto para separarnos del Judaísmo de Yeshua, ni para usurpar identidades que no poseemos. Veamos: 

”Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Yeshua el Mesías. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén. (2Pedro 3:15-17) 

Si para Shimón Kefa (Pedro) y la comunidad Judía, presento una dificultad entender a Shaúl de Tarso, a causa de los INDOCTOS (personas sin doctrina), cuanto más hoy, después de 2.000 años de historia, comprender y explicar a Shaúl representa una difícil tarea, pero no imposible, si nos interiorizamos del contexto del Marco religioso en el que él predico, acompáñeme en este viaje.

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