"Pero esto sí admito a ti: Yo adoro al Elohim de nuestros padres de acuerdo al Camino que ellos llaman secta. Y continúo creyendo todo lo que está de acuerdo con la Toráh y todo lo que está escrito en los Profetas. Y continúo teniendo una esperanza en Elohim; que ellos también aceptan, que habrá una resurrección tanto de justos como de injustos. En verdad por esto siempre procuro tener conciencia limpia ante el rostro de Elohim y ante los hombres."
(Shaúl/Pablo) Hechos 24:14-16
Dabár Qodesh / La palabra santa de YHWH



lunes, 26 de diciembre de 2011

PARASHÁ N° 10 MIKETZ 5772 (AL CABO / TÉRMINO)


Por Gavriel Ben Yosef de Santa Fe, Argentina.
  
Gen.41:1-4 Al cabo de dos años cumplidos (o sea, dos años después de que Yosef interpreta los sueños del panadero y el copero en la prisión), Paró (el Faraón) soñó que estaba parado a la vera del río; (2) y del río emergieron siete vacas de buen aspecto y robustas de carne, que pastaban en la ribera. (3) Y tras ellas emergieron del río otras siete vacas feas y flacas, que se ubicaron junto a las (primeras) vacas a la orilla del río. (4) Y las vacas de mal aspecto y flacas devoraron a las siete vacas de buen aspecto y saludables. Entonces Paró despertó.  (Torat Emet)

Shalom amigos. Trataremos de encontrar alguna enseñanza práctica para nuestra vida, que en definitiva es la intención de la Torá con sus relatos.

En primer lugar, recordemos que el Todopoderoso tiene el Poder de intervenir en cualquier momento de la vida de todos, y así lo hizo con Yosef luego de haber sufrido la prisión y cierta debilidad en su fe. Y, efectivamente, la prisión alude a cuando uno queda atrapado en una cantidad de problemas de la vida mundana (“Egipto”), entonces, si el alma no se fortalece espiritualmente de la Mano (Enseñanzas) del Altísimo, uno queda a merced de la debilidad en la fe, debilidad que no es falta de creer, sino el agobiarse por los sufrimientos y poner la confianza en hombres para salir de ellos.  Yosef sufrió esa debilidad, pero no se dejó ahogar por ella y mantuvo su confianza total en el Todopoderoso esperando el tiempo que Él determinara para el fin de sus pesares, y ese momento fue Miketz (al cabo de tal tiempo).  De eso se trata la fe firme, la de superar todos los problemas de la vida que el Altísimo pone para que nos fortalezcamos, para que nos acerquemos a Él y le demostremos que Él es lo más importante de nuestra vida, en Quien ponemos la absoluta confianza de cara al futuro, sabiendo primordialmente que todo lo que sucede (negativo o positivo) es para nuestro bien al cabo de un determinado tiempo.

Posible enseñanza del sueño que tuvo el Faraón.

Faraón parado a la vera del río:  El río es agua, y agua aludiría (como suele entenderse) a las enseñanzas de la Torá. Pero el río y el Faraón están en Egipto, lo que debe entenderse que las enseñanzas del Todopoderoso están a nuestro fácil alcance y deben estudiarse y ponerse en práctica en este Mundo (representado en Egipto) y en esta vida, no esperar a otra. Así lo afirma la misma Torá:

Deut.30:11-14 Porque este mandato [la Torá]
que te prescribo hoy no está oculta para ti, ni está fuera de alcance. (12) Tampoco está en el cielo para que pretendas decir: “¿Quién puede subir al cielo por nosotros para que nos la traiga y nos la dé a conocer para que la llevemos a la práctica?”. (13) Ni tampoco está más allá del mar para que pretendas decir: “Quién atravesará por nosotros el mar para que nos la traiga y nos la dé a conocer para que la llevemos a la práctica?”. (14) Por el contrario, la Torá está muy próxima a ti, en tu boca y en tu corazón para que la lleves a la práctica.

¿Qué nos enseña este pasaje?  Que la Torá no fue dada a los ángeles del cielo, por un lado. Ni tampoco es algo que sólo la conocen y pueden cumplir los grandes Sabios estudiosos (alusión del mar) de ella.  La Torá está potencialmente en los corazones de todos, y por medio de la boca debemos entregarnos a la plegaria para recibir la sabiduría necesaria y así extraer de nuestro interior los conocimientos estudiados en la Torá.  Esto significa que el Faraón está parado a la vera del río.

Siete vacas buenas y gordas:  Estas vacas aludirían a todas las bendiciones que recibimos (emergen del agua) de lo Alto, a todo lo positivo que experimentamos en la vida junto con las alegrías que provoca el hecho de mantenernos con plena fe, estudiando y poniendo en práctica los mandamientos que enseña el Todopoderoso a través de su Torá (el río).  Por otro lado, también aludiría a la fe fortalecida y firme, la fe completa que lo resiste todo.

Siete vacas feas y flacas:  Estas vacas aludirían a todos los problemas y pruebas que encontramos en la vida. El hecho de que se paren junto a las buenas y gordas se entiende como que esos problemas y pruebas llegan mezclados con las bendiciones si nuestra fe se mantiene firme y fortalecida por la conexión espiritual con el Altísimo (el Río-Torá), de manera que se supere cada obstáculo en el camino de rectificación del alma, de purificación y santificación de nuestro ser en este Mundo.  También puede aludir a la debilidad profunda en la fe.

Las vacas feas y flacas devoran a las buenas y gordas:  Cuando nos desconectamos del Río-Torá/Todopoderoso, nuestra alma se debilita y los problemas mundanos causan prisión agobiante.  En ese caso, las bendiciones: o se olvidan (o no perciben)  facilmente, o las bendiciones no aparecen por el predominio de las impurezas del alma producto de un erróneo caminar alejados de las Enseñanzas Celestiales.  Cuando ello sucede, todo lo positivo desaparece y se profundiza la falta de luz y visión sabia que provee el Altísimo.  Esto se puede ver reflejado en problemas con nuestros prójimos, ya sea por malas acciones que hieren sus corazones, o por permitir que la debilidad de la fe absorba los daños que producen mucha aflicción y que puede agravarse con el rencor o falta de perdón. Todo esto significa que las vacas feas y flacas devoren las buenas y gordas. Para evitarlo, hay que seguir captando la enseñanza del Altísimo a través de Yosef.

Gen.41:29-30 Mira [dijo Yosef al Faraón], vienen siete años de gran abundancia [alusión de las 7 vacas gordas] en toda la tierra de Egipto. (30) pero después de ellos vendrán siete años de carestía [alusión de las 7 vacas flacas] y entonces toda la abundancia en la tierra de Egipto será olvidada y el hambre acabará con la tierra [alusión de las 7 vacas flacas que devoran las 7 vacas gordas].

Gen.41:33- Y ahora, que Paró se provea de un hombre entendido y sabio y lo ponga a cargo de la tierra de Egipto. (34) Que Paró haga así: que nombre intendentes sobre la tierra y prepare a la tierra de Egipto durante los siete años de abundancia. (35) Que junten toda la provisión de estos años buenos que vienen, y que almacenen trigo bajo la custodia de Paró para abastecimiento de las ciudades, y lo guarden. (36) Dicha provisión será la reserva de la tierra contra los siete años de carestía que habrá en la tierra de Egipto, de modo que la tierra no sucumba por el hambre.

Tenemos aquí palabras muy proféticas.  El primer pasaje ya lo explicamos anteriormente.  En el segundo, debemos tratar de descubrir a qué aludiría “hombre entendido y sabio” a cargo de “Egipto”. Una posibilidad es que alude a tres conceptos al mismo tiempo, a saber:  Torá, Israel y Mashíaj.  Los tres son canales por los cuales fluye la Sabiduría del Altísimo hacia todo el Mundo (“Egipto”).

Los “intendentes” sería Jazal, esto es, todos los Sabios de bendita memoria que hubo en todos los tiempos pasados. Y al mismo tiempo, los intendentes son los estudiosos que entregan su vida para sercanales de iluminación de la Sabiduría Celestial.

La acción conjunta de estas alusiones “preparará la tierra de Egipto”, es decir, sembrará en el Mundo la Sabiduría proveniente del Todopoderoso Bendito Él, y eso se hará en los “7 años de abundancia de alimento” que aluden, por una parte, a mientras fluya la Sabiduría de lo Alto el verdadero alimento (Deut.8:3). Y esto está reflejado en palabras del Profeta Yeshayahu (Isaias):

Is.55:1-3 “¡Ey!, todos los sedientos, vengan a las aguas [al Río-Torá, comparar con Salm.1:1-3], aún si no tienen dinero, vengan, compren alimento y coman: compren alimento sin dinero, vino y leche sin costo. (2) ¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, sus ganancias en lo que no satisface? Háganme caso, y comerán alimento selecto y disfrutarán los más ricos manjares. (3) Inclinen su oído y vengan a mí; escuchen, y serán revividos. Y yo haré con ustedes una alianza eterna, la lealtad perdurable prometida a David.  (VIN)

Si no se hace caso a esta invitación, si se consume sólo alimento físico y no el espiritual, entonces se está preparando un terreno débil para cuando se presenten los problemas y pruebas (los “7 años de carestía”) con la posibilidad de sucumbir en hambre (Gén.41:36).  Recordar que se menciona el acopio de trigo, y con el trigo se produce el pan, imágenes que aluden al Pan Celestial que es la Palabra del Todopoderoso (como refiere Is.55:10-11).

Es así que nuestro Rabí Yeshúa también lo ha manifestado cuando dijo a la samaritana:

Juan 4:13-14 Respondió Yeshua y le dijo: "Todo el que bebiere de esta agua [la física], volverá a tener sed; (14) pero el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que le daré será en él una fuente de aguas que salte a borbotones para vida eterna".(CR)

Pues, el agua que provee/enseña Yeshúa como Mashíaj es el Agua-Torá que es enviada por el Todopoderoso. Por ello el alma que recibe esa Agua calmará su sed, es decir, se alimentará del verdadero alimento celestial que es la Palabra del Altísimo (Deut.8:3) y que le permitirá vivir para siempre en el Mundo Venidero, además de recibir bendiciones en este.

¿Y cómo hacemos caso a lo dicho por el Todopoderoso a través del Profeta, con respecto a oirLe e ir hacia Él? Pues oyendo, estudiando e investigando las enseñanzas que se presentan por medio de las alusiones que mencionamos (Torá-Israel-Mashíaj-Sabios-estudiosos) y preparan la tierra reflejando la Sabiduría Celestial.  Haciendo eso podremos tener parte en el Pacto Eterno y la promesa hecha a David, y esto a través de su descendencia el Mashíaj Ben David.

Y retomando las palabras de Yosef al Faraón, los “7 años de abundancia” también aluden a la otra parte del mensaje del Profeta:

Is.55:6 Busquen a YHWH mientras puede ser hallado, llámenlo mientras está cercano. (7) Abandone el malvado su camino, el hombre pecador sus planes; vuélvase a YHWH, y él lo perdonará; a nuestro Elohim, que perdona libremente. (8) “Porque mis planes no son sus planes, ni mis caminos son sus caminos –declara YHWH. (9) Como los cielos están muy por encima de la tierra, así mis caminos están muy por encima de sus caminos, y mis planes por encima de sus planes. (10) Porque como la lluvia y la nieve caen del cielo y no vuelven allá, sino que empapan la tierra y hacen producir vegetación, y dan semilla para sembrar y pan para comer, (11) así es la Palabra que sale de Mi Boca (Comp.Deut.8:3): No vuelve a mí vacía, sino que hace lo que me propongo, logra lo que la envío a hacer.

Entonces, cada uno tiene el aviso por esas palabras proféticas de Yosef, ampliadas en Yeshayahu.  Mientras fluya la Sabiduría Celestial de todas maneras como mencionamos (durante los “7 años de abundancia”), debe aprovecharse el tiempo y alimentarse del verdadero alimento para fortalecer el alma y superar todas las situaciones difíciles (los “7 años de carestía”) que requieran de una fe firme, en la que se entiende que todo lo que sucede es para nuestro bien.

Esto que he dicho tiene relación total con la “Parábola del sembrador” (Mat.13).
Las metáforas de las semillas caídas en el camino y comidas por las aves; la caídas entre las rocas cuyos brotes se secaron; y las caídas entre los espinos cuyos brotes fueron ahogados por ellos, todas aluden a no prepararse en los “7 años de abundancia”, mientras el Altísimo puede ser hallado a través de sus canales de distribución de Su Sabiduría.  Esto significa despreciar las enseñanzas celestiales, como también no tener persistencia en sus estudios o abandonar las plegarias.  Todo esto hará que las semillas (la Sabiduría que desciende del Cielo) no broten en suelo fértil porque uno lo quiera así. De esa manera, el significado de los “7 años de carestía” (o las “7 vacas flacas”) se profundiza para desviar a una persona del Camino correcto por falta de alimento verdadero para el alma, y la oscuridad hace que uno se aleje más y más de la Luz Celestial necesaria para la rectificación y para recibir las bendiciones que fortalecen nuestro ser.  El mensaje está claro. La elección es nuestra.

Gen.41:56  Había hambre sobre toda la superficie de la tierra. Entonces Yosef abrió todos (los depósitos) donde había (granos)

Gen.42:1 Yaakov vio que había provisiones en Egipto…

Gen.42:5 Así, los hijos de Israel fueron a comprar entre los que llegaban [a Egipto] porque había hambre en la tierra de Kenaan.

¿Qué podemos aprender de estos pasajes, en concordancia con lo que venimos explicando?

Yosef “abrió todos los depósitos de granos”, que se entiende como mostrar el Camino hacia el verdadero alimento, el Celestial, algo que también hizo nuestro Rabí Yeshúa y sigue haciéndolo.
Luego, Yaakov/Israel vió que en Egipto había alimento, el que acumuló Yosef. Y los hijos descendieron a Egipto para buscar ese alimento.

Aprendemos aquí que la “tierra de Kenaan”, que es la Tierra Prometida a todo el Pueblo de Israel para cuando llegue el Mundo Venidero, aún en este Mundo no asegura la satisfacción del alma si no se tiene el verdadero Alimento Celestial.
Descender a Egipto en busca del alimento significa alimentarse en este mundo, esté uno donde esté mientras se aguarda al Mashíaj y su reinado, y hacer de la vida mundana un lugar donde la vida espiritual se mantenga conectada con la Fuente Espiritual de Vida, la que da Alimento Celestial por medio de sus Enseñanzas a través de todos sus canales de provisión mencionados anteriormente.
En otra palabras, descender a Egipto en busca del Alimento Celestial es no aislarse del mundo, y además subyugar todo lo físico en haras del crecimiento espiritual haciendo “descender el Cielo” a este mundo, como modo de preparación para el Mundo Venidero.

Gen.42:8 Yosef reconoció a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron a él.

Tenemos aquí, con la vida de Yosef, una gran profecía que adelanta lo que ocurriría con Yeshúa el Mashíaj en su primera intervención que se conoce como “Mashíaj Ben Yosef”.  Fue así que no fue reconocido como Mashíaj (representado por la venta de Yosef), sin embargo él jamás los deshechó, porque era necesario que ocurriera para abrirse la Puerta de la Sabiduría Celestial a las naciones, cosa que se representa en Yosef como único proveedor de alimento a todo el mundo desde Egipto.  Y así como en la Parashá Yosef se mantiene en secreto sin revelarse temporalmente a sus hermanos hijos de Israel, Yeshúa se mantiene “oculto” (rechazado como Mashíaj) ante muchísimos de sus hermanos judíos hasta que sea revelado él mismo como “Mashíaj Ben David” a su tiempo. Entonces, como la reunificación de Yosef con sus hermanos perdonándolos que relata la Torá en esta Parashá, así será cuando se revele Yeshúa nuevamente al final de los tiempos de este Mundo y, como dijo Shaúl de Tarso: “…que ha acontecido a Israel adormecimiento parcial, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo…” (Rom.11:25-26). 

Entonces se cumplirá la profecía de Ezeq.37, cuando se reunirán las dos varas, la de Yehudá y la de Yosef (Efraim junto a los gentiles ingresados a la descendencia través de Yeshúa), y se produzca el término (Ketz) del Exilio actual y se herede la Tierra Prometida de Israel a los Patriarcas.

Gen.41:52 Y al segundo [de los hijos de Yosef] lo llamó Efraim: “Pues Elohim me ha hecho fructífero en la tierra de mi sufrimiento (en Egipto)”. (Las voces “Efraim” y “fructificar” están emparentadas a través de la raíz pri, que significa “fruto”).

Es por ello que la vara de Yosef/Efraim de la profecía de Ezeq.37 está compuesta por israelitas de nacimiento y todos aquellos ex-gentiles (que eran “ramas silvestres”, Rom.11) incorporadas al Olivo/Israel a través de las enseñanzas del Rabí Yeshúa como canal de distribución de la Luz de la Torá Celestial, o sea, del Alimento de Vida que es la Palabra del Todopoderoso.

Y así como Yosef ha sido fructífero en Egipto manteniendo su fe israelita y alimentando gracias a su entrega a las naciones del mundo, así Yeshúa será con su entrega un medio de fructificación para que las naciones puedan alimentarse del Pan Celestial de Vida que se recibe a través del estudio y puesta en práctica de los Mandamientos de la Torá junto a las plegarias constantes.

Que esta celebración de Januká o Fiesta de la Dedicación nos permita recibir la iluminación de la Luz Celestial para absorver de la mejor manera las enseñanzas del Altísimo, y así iluminar a las naciones para que escojan transitar el Camino de la Vida cuya Guía se extrae de la Torá.  Que pasen todos en paz y con mucho amor.

Feliz Januká y Shabat Shalom a todos!

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