Continuamos con los comentarios de la Toráh Emet:
En Bereshit 1 Verso 20 al 23 Leemos:
“20.-Dijo Elohim: “Produzca las aguas enjambres de criaturas vivientes (ósea los peces) y seres voladores que vuelen sobre la tierra, a través de la expansión del cielo”. 21.- Elohim creo también los gigantes acuáticos y todas las especies de pequeñas criaturas vivientes (ósea los peces) con los que se colmaron las aguas. Y también toda especie de ser con alas. Elohim vio que era bueno. 22.-Entonces Elohim los bendijo diciendo: “Sean prolíficos, multiplíquense y colmen las aguas de los mares. Y multiplíquense los seres voladores sobre la tierra” 23.- Fue el anochecer y fue la mañana (fin del) quinto día”
Del versículo 20 surge la idea de que las aves fueron creadas de las aguas. Sin embargo, según sugiere el versículo 19, resulta que fueron creadas del barro.
El Eterno concedió a los peces una bendición especial, pues el hombre los requiere para alimentarse. Siendo así, también debió haber bendecido a lo demás animales, sin embargo se abstiene de bendecirlos ya que la “víbora” también cae en la categoría de “animal”. El Creador se abstuvo de bendecir a los animales pues en el relato del fruto prohibido aquella recibiría una maldición.
Respecto del versículo 21, según señala parte de la tradición Judia: “Los gigantes acuáticos” aluden al leviatán y su pareja. En virtud de su descomunal tamaño, para evitar que se reprodujeran y colmen el mundo, el Creador le quito la vida a la hembra y la conservo para el deleite de los virtuosos en el mundo venidero.
Del versículo 22 se debe aclarar que “Seres voladores” aluda a todo tipo de criaturas que vuelan.
Nota: Los actos creativos de los 6 días de la creación están presentados como una dualidad en oposición: El primer día son creados la luz y la oscuridad. El segundo día, las aguas superiores y las aguas inferiores. El Tercer día el agua y la tierra. El cuarto día, el sol y la luna y las estrellas. El quinto día los peces y las aves. El sexto día los animales y el hombre. Lo cual nos sugiere una cosa muy importante, que la unión de los “opuestos” es Buena cuando detrás de aquella unión está el Creador. Es decir cuando lo terrenal halla su fin celestial o cuando lo animal se ve sujeto a lo humano. En la unión de los opuestos yace la armonía de la existencia que halla su punto de equilibrio en el carácter espiritual en el Creador, es decir; en el séptimo día, el día del Shabbát.
Shalom en el Mesías
No hay comentarios:
Publicar un comentario