Estimados Amigos y Hermanos:
Continuamos con los comentarios diarios de la Toráh Emet:
En Bereshit 2 verso 1 al 3 dice:
“1.- Así fueron completados el cielo, la tierra y todos sus componentes. 2.- En el séptimo día Elohim termino toda la obra que hizo, y ceso en el séptimo día de toda la obra que hizo. 3.- Bendijo Elohim el séptimo día y lo declaro sagrado, pues ese día Elohim ceso de toda su obra que efectuara para hacer”
Verso 1: Elohim termino de crear toda la existencia hacia la finalización del sexto día, casi entrando en el séptimo. Él, que conoce los tiempos inequívocamente puede permitirse finalizar sobre el filo del séptimo día. El hombre en cambio que no tiene una noción exacta, ni dominio del tiempo, debe finalizar su trabajo mundano con la suficiente antelación durante el sexto día, para evitar profanar el día sagrado, el séptimo día, el Shabbát.
Verso 2: Elohim cuando cesó de crear, reposo, pero al mismo tiempo también CREO algo hasta ese momento no conocido, Elohim creó con su CESE, EL DESCANSO. Es así como el Shabbát trae consigo el descanso productivo y creacional, aquel que nos permite evolucionar espiritualmente y crecer en la estatura de un varón perfecto semejante al Mashiaj.
Verso 3: “Bendijo Elohim el séptimo día”… “pues en ese día Elohim ceso de toda su obra”: Hashem ceso de crear en el séptimo día para brindarnos la Shalom espiritual que solo el Shabbát puede ofrecer, por su condición de día espiritual innato. Y así como los 6 días de la creación representan los 6 milenios que ha de existir este mundo material, la paz del Shabbát es un reflejo de la armonía que ha de reinar en la época del Mashiaj, en el periodo del Shabbát Eterno.
Las expresiones: “efectuar” y “hacer” aluden a que en el sexto día Elohim hizo el doble trabajo para “evitar trabajar” el séptimo día. Dándoles así ese primer Shabbát el rol de antecedente a todos los Shabatot del pueblo suyo a lo largo de la existencia.
La expresión: “para hacer” alude a la posibilidad que Elohim le otorgo al hombre ser un actor viviente, participe y socio de la creación, para que con sus actos de bien se perfeccione a sí mismo y al medio circundante en aras de potenciar al máximo su relación con ÉL. Esa precisamente es la función del hombre en el mundo: “ser creado a la imagen de Elohim”.
Shalom en el Mesías.
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